![](https://static.wixstatic.com/media/356d0cee84164a4cb8304d44630a7ea6.png/v1/fill/w_1920,h_1080,al_c,q_95,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/356d0cee84164a4cb8304d44630a7ea6.png)
UN GIRO DE 180 GRADOS
Fui a buscar a mi hija Sofía un viernes al colegio y ella se metió triste en el coche. Pensé que se sentía mal porque me retrasé unos minutos, pero me contó que una mamá le había golpeado en la cabeza. Tres días después, a la salida de la escuela, me presenté ante esa mujer.
Ella se quedó mirándome sin reaccionar; no me conocía. Solo habló cuando vio a Sofía junto a mí.
–Zarandeé a tu hija porque se lo merecía. –me dijo-. Y le di en la cabeza porque ella le dio a mi hijo en la cabeza.
–Me gustaría saber qué quisiste conseguir pegando a Sofía. –le contesté.
–¡Quería enseñarle que no debe pegar a mi niño, que es menor que ella!
–Mi hija, con 9 años no debe pegar a tu hijo de 8, aunque fuera para defenderse. Pero, ¿podrías explicar por qué tú sí puedes pegar a una niña, con muchos años menos que tú?
–Porque sí. –contestó sin más argumentos.
–Por esa regla de tres, si tú pegas a mi hija para enseñarle que no se pega, ¿qué crees que debería hacer yo? ¿Pegarte a ti para enseñarte que no se pega? No creo que sea una opción adecuada.
Ana me insultó como respuesta, y entonces decidí guardar silencio e irnos a casa. Preferí utilizar mi tiempo en hablar después con los profesores y con Sofía para evitar que volviese a ocurrir.
El hijo de Ana creció con dificultades sociales, incluso tuvo problemas con la justicia a los 15 años. La gente comentaba que siempre habían sido una familia conflictiva. Eran de esa clase de personas que no luchan para protegerse, sino para atacar. Que en lugar de defender su terreno, se dedican a invadir el de los demás. Que no tienen como objetivo su propio éxito, sino el fracaso del otro. Y que en lugar de valorarse a sí mismos, viven para humillar al resto.
Años más tarde, ambas coincidimos en un trabajo. Ana acababa de incorporarse y yo me mantuve cordial, pero al margen. Poco después ella se dispuso a contarme su vida en los descansos. Yo solo me dediqué a escucharla. Cuando era pequeña, su padre le repetía que no servía para nada y ella terminó creyéndolo. De esa forma, su autoestima no acabó por los suelos, sencillamente estaba enterrada. Me confesó que siempre se sintió inferior al mundo y que su proceder, ante eso, era obstaculizar el progreso de las personas que más admiraba. Ridiculizaba e intimidaba a otros, con burlas y agresiones, porque era la manera que conocía de sentirse superior, y enseñó a su hijo a hacer lo mismo. Luego, pudo comprender que si ella y su hijo seguían con esa actitud, acabarían con más problemas de los que ya tenían.
Ana amaba con locura a su hijo y se arrepintió de no haber sido un buen ejemplo para él. Deseaba profundamente que él dejara de ser un adolescente conflictivo y que pudiera llevar una vida mejor, pero era consciente de que antes debía cambiar ella. Entendió que había llegado el momento de perdonar a su padre y de dejar de gastar su energía en contra de los demás. Tenía claro que deseaba centrarse en superarse a sí misma y en ser un buen ejemplo para su hijo. Y se dispuso a cambiar.
Con el tiempo llegó a sentirse mejor que nunca, respetando y valorando a los demás. Se distraía con nuevas amistades, se centró en hacer bien su trabajo de marketing y se apuntó a clases de yoga; que le encantaba. Con 21 años, su hijo retomó los estudios de pediatría; feliz de tener una nueva madre como la suya, y contento de poder ofrecer al mundo todo lo mejor de él.
Ana y yo llegamos a construir una bonita amistad. Ambas seguimos compartiendo cafés, charlas, vacaciones, apoyo y responsabilidades. Mi hija Sofía y su hijo Daniel continúan ayudándose con los estudios, y él la sigue protegiendo a ella como si fuera su hermana.
Soy testigo de que las personas no solo pueden modificar algunas actitudes, si no que pueden cambiar radicamente sus vidas muy positivamente.
Brígida García Ríos
![Logo](https://static.wixstatic.com/media/453cad_dd8e7b90500649a4a41faa94795e017a~mv2.jpg/v1/fill/w_68,h_59,al_c,q_80,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/453cad_dd8e7b90500649a4a41faa94795e017a~mv2.jpg)